La Resolución Republicana sobre el Clima

Considerando que proteger, conservar y actuar como buenos administradores de nuestro medio ambiente, planificar responsablemente para todos los factores del mercado, y basar nuestras decisiones en hechos cuantificables sobre el terreno son principios conservadores;

Considerando que la administración prudente y basada en hechos de nuestra economía y nuestro medio ambiente es una responsabilidad crucial para todos los estadounidenses a fin de garantizar que preservemos nuestra gran nación para las generaciones futuras;

Considerando que Estados Unidos ha registrado un fuerte aumento de eventos climáticos extremos, incluyendo olas de calor más frecuentes, precipitaciones extremas, incendios forestales y escasez de agua;

Considerando que estos eventos han tenido impactos negativos importantes y que se preve que empeoren en todas las regiones de los Estados Unidos y sus territorios, incluyendo, entre otros fenómenos meteorológicos significativos y perturbaciones ambientales, olas de calor más larga y más fuertes, tormentas más severas, alargamiento de los ciclos de inundaciones y sequías, problemas de insectos y de especies invasoras, amenazas para las poblaciones de flora y fauna, el aumento del nivel del mar y, cuando se combina con la falta de una gestión forestal adecuado, un aumento en el riesgo de incendios forestales;

Considerando que el aumento de agentes contaminantes y otros factores contribuyen a afectar la salud y el ambiente a niveles locales, regionales y nacionales, incluyendo mayores niveles de mercurio en los peces, aumento de ataques de asma en los niños, lluvia ácida, esmog, calidad degradada del agua, islas urbanas de calor y la rápida escorrentía de aguas pluviales que lleva a proyectos de infraestructura costosos;

Considerando que la Revisión Cuatrienal de Defensa 2014 afirma que los efectos de un clima cambiante son “multiplicadores de las amenazas que aumentarán los factores estresantes en el exterior tanto como la pobreza, la degradación ambiental, la inestabilidad política y las tensiones sociales “;

Considerando que de no abordarse, las consecuencias del cambio climático tienen el potencial de afectar negativamente a todos los estadounidenses, afectando más a las poblaciones más vulnerables y perjudicando la productividad en sectores económicos claves como la construcción, la agricultura y el turismo, agobiando a las generaciones futuras con mayores cargas ambientales y económicas, e imponiendo costos adicionales a los presupuestos estatales y federales que se agregarán a los desafíos fiscales a largo plazo que enfrentamos como nación;

Considerando que los esfuerzos para mitigar los riesgos, prepararnos o responder a nuestro clima cambiante no debería impedir la economía de los Estados Unidos, especialmente en vista de la competitividad global; y

Considerando que existe una creciente admisión que podemos y debemos tomar acciones responsables y significativas ahora mismo para enfrentar esta amenaza;