El poder de un post: Las redes sociales generan apoyo a CCL
Escrito por Katie Zakrzewski
La influencia de los miembros de CCL en su comunidad es extraordinaria, y con frecuencia también impresiona a los que no pertenecen a CCL. Uno nunca sabe el impacto que puede tener al compartir información sobre CCL con sus amigos. La historia de Kaye y su amigo Jim es un ejemplo fantástico de cómo algo tan sencillo como una publicación en las redes sociales puede dar lugar a una donación de 100.000 dólares.
Kaye McKleroy no es voluntaria de CCL, pero es amiga de uno: Jim Ferguson, voluntario de CCL en California. Jim Ferguson publicó información sobre CCL en sus redes sociales y Kaye se fijó en nuestra ardua labor. Kaye tenía esto presente cuando ayudaba a un amigo de la infancia, James Robert Lilienthal, también llamado Jim, a gestionar su herencia.
“Jim era amigo de la infancia de mi marido y se convirtió en mi amigo también cuando me casé. Jim creció en San Francisco, estudió en Yale y se graduó en la Universidad de Berkeley”, explica Kaye.
Kaye explica que Jim nunca se casó ni tuvo hijos y que sus padres le dejaron una gran herencia. Cuando terminó la universidad, utilizó ese dinero para viajar o hacer el bien en su comunidad, y visitó unos 50 países y trabajó para mejorar la situación dondequiera que iba.
“Pasó los siguientes 20 años de su vida viajando por Europa, Asia y América Central y del Sur… Participaba mucho en los eventos culturales de San Francisco y tenía una mente muy despierta para aprender cosas nuevas a través de todos los foros que ofrecía la ciudad”, dijo Kaye. “Le interesaba mucho aprender sobre los problemas importantes a los que se enfrenta la sociedad, nuestra nación y el mundo. El cambio climático era uno de sus principales intereses y preocupaciones”.
Pero cuando Jim regresó de un viaje por el sur de Italia en octubre de 2022, sus médicos le informaron que su cáncer había vuelto. Decidido a marcar una última diferencia, Jim empezó a añadir personas y organizaciones a su testamento y fideicomiso para que sus seres queridos y la comunidad pudieran beneficiarse en los años por venir.
En su testamento y fideicomiso, llamado James R. Lilienthal Revocable Trust, Jim decidió hacer donaciones a más de 30 personas y 30 organizaciones.
Jim había puesto al principio de su lista la necesidad de una organización dedicada al cambio climático y dijo que Kaye podía elegir una.
“Elegí Ciudadanos por un Clima Vivible porque había oído hablar de su trabajo a mi amigo Jim Ferguson a través de artículos en las redes sociales”, explicó Kaye al Equipo de Desarrollo de CCL. “Es el tipo de organización que Jim aprobaría, ya que trabaja tanto a escala nacional como local y depende de voluntarios entregados. No le interesaba un grupo famoso ni sofisticado. Era un hombre de acciones comunitarias. También habría aprobado sus puntos de vista”.
Cuando se venda la propiedad de Jim, explica Kaye, el dinero se distribuirá primero entre los particulares y luego entre las organizaciones, que recibirán un porcentaje de lo que quede una vez finalizadas las acciones.
“Ciudadanos por un Clima Vivible encabeza la lista”, dice Kaye.
Apenas dos meses después de regresar del sur de Italia, Jim falleció pacíficamente el 28 de diciembre de 2022, rodeado de sus seres queridos. Tenía 81 años.
“Estoy muy agradecida de que pudiera hacer ese último viaje y de que lo pasara tan bien”, afirma Kaye.
CCL agradece la generosidad de Jim por dejar un impacto duradero, a Kaye por sugerirle nuestra organización a Jim y a Jim Ferguson, miembro del CCL, que hizo todo esto posible al compartir el trabajo del CCL con sus amigos. No se olvide compartir también el trabajo de CCL con sus amigos.