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Es hora de la verdad para la política climática

Es hora de la verdad para la política climática

Esta semana, el clima ocupó un lugar central en las discusiones presupuestarias en el Congreso. Aquí ofrecemos la opinión de CCL sobre algunos elementos climáticos de la resolución presupuestaria anunciada esta semana y lo que estamos planeando para el futuro.

Por Flannery Winchester

Aquí vamos, amigos. El momento que estábamos anticipando en 2021, el momento en que el Congreso reúne un gran paquete de legislación que incluye importantes políticas climáticas, está aquí.

Esta semana, los demócratas del Senado lanzaron una resolución presupuestaria, que es funcionalmente el pistoletazo de salida del proceso de reconciliación presupuestaria. Entre otras cosas, el New York Times informa que “abordar el calentamiento del planeta” es uno de los objetivos del presupuesto.

“La legislación está lejos de ser aprobada”, señala el Times. Los miembros del Congreso y su personal todavía tienen que redactar el lenguaje legislativo del proyecto de ley, y una variedad de comités relevantes deberán trabajar en las partes separadas de las que están a cargo. Luego, el proyecto de ley tendrá que ser aprobado por el Senado en su conjunto y, en última instancia, fusionarse con cualquier paquete legislativo que desarrolle la Cámara Baja.

Por lo tanto, aún podrían quedar meses en el proceso de conciliación presupuestaria. Durante ese proceso, algunos elementos serán públicos y los veremos discutidos en los medios de comunicación. Otros elementos se resolverán silenciosamente entre bastidores entre los legisladores y su personal. (¿Recuerda el proyecto de ley ómnibus de finales de 2020? Las disposiciones climáticas de ese paquete, incluidas varias de nuestras peticiones secundarias, estaban definitivamente en la categoría de “silenciosas”, ¡pero finalmente se incluyeron y se convirtieron en ley!)

Dicho todo esto, hay algunos elementos notables relacionados con el clima del proyecto de ley de reconciliación que ya se están discutiendo públicamente: un ajuste de carbono en la frontera, una tarifa sobre el metano y un estándar de electricidad limpia. Explorémoslos.

El ajuste fronterizo de carbono

El New York Times informó esta semana que “los demócratas han acordado incluir un impuesto sobre las importaciones desde países que carecen de políticas agresivas contra el cambio climático”. Eso se conoce como ajuste fronterizo de carbono, y es uno de los elementos de política por los que CCL ha estado cabildeando durante la última década.

“La inclusión del arancel al carbono fronterizo [es] el comienzo de una conversación”, dijo el Vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de CCL, Danny Richter, al National Journal esta semana. La Unión Europea ayudó a iniciar esa conversación al anunciar sus propios planes de impuestos fronterizos al carbono, aumentando la presión sobre el Congreso para que responda con políticas que mantengan competitivas a nuestras empresas.

Danny también habló con el Washington Post sobre esto, y explicó que si queremos implementar un ajuste de carbono en la frontera, lo más probable es que también necesitemos un precio al carbono nacional. De lo contrario, corremos el riesgo de “infringir las reglas del comercio mundial”.

Por lo tanto, ¡estamos muy animados de ver un ajuste fronterizo de carbono incluido en la resolución presupuestaria! Demuestra que las oficinas del Congreso han escuchado nuestro mensaje de que otros países están avanzando en la fijación de precios al carbono, y señala un apetito en el Congreso para responder con nuestras propias políticas.

La taria al metano

El Washington Post también informa: “Un elemento central del plan permitiría a Estados Unidos imponer […] una tarifa sobre las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono a corto plazo”.

Esta es una victoria para el enfoque de política por el que siempre ha abogado CCL, y en el que los economistas coinciden uniformemente: si quieremos menos de algo, hagámoslo más caro. Durante años, CCL ha argumentado que si queremos que entren menos gases de efecto invernadero en la atmósfera, deberíamos ponerles un precio para incentivar las reducciones.

Al incluir una tarifa al metano en la resolución presupuestaria, el Congreso ya está mostrando el deseo de utilizar un mecanismo de precios para reducir las emisiones no deseadas. Nos alienta ver esto porque tampoco es un gran salto fijarles un precio a los otros contaminantes y gases de efecto invernadero.

El estándar de electricidad limpia

Otro componente de la resolución presupuestaria es un estándar de electricidad limpia (CES, por sus siglas en inglés). Como explicó el Director de Estrategia de CCL, Tony Sirna, en un blog a principios de este año, un CES básicamente requeriría que para una fecha determinada, una cierta parte de la electricidad vendida por las empresas de servicios públicos provenga de fuentes de energía limpia. Axios informa que esta inclusión “tiene como objetivo cumplir el objetivo de Biden de lograr una energía 100% libre de carbono para el 2035”. Tony dice: “Suena simple, pero como muchas políticas, hay muchos detalles a considerar y marcan una gran diferencia”.

Una de esas consideraciones es que un CES tendría que “aprobarse con las estrictas reglas presupuestarias que rigen el proceso de reconciliación, que requieren que las disposiciones afecten el gasto y los impuestos y no solo establezcan nuevas políticas”, explica el New York Times. “El parlamentario del Senado podría obligar a los demócratas a revisar o descartar por completo el estándar de energía limpia”. El Washington Post señala el mismo desafío y escribe: “Algunos expertos parlamentarios advierten que debido a que el objetivo principal de la política no está relacionado con los ingresos federales, es probable que se descarte”.

CCL estaría feliz si un estándar de electricidad limpia superara el proceso de conciliación presupuestaria: ¡descarbonizar el sector eléctrico sería un gran paso adelante! También apreciamos los esfuerzos de muchos de nuestros aliados en la defensa del clima que han trabajado arduamente para generar apoyo para un CES. Además, un CES y nuestra política preferida, un precio al carbono, podrían coexistir.

Si el parlamentario no aprueba un CES, el Congreso aún necesitará un mecanismo para reducir las emisiones. Un impuesto al carbono pasaría el proceso de reconciliación, gracias a su relación directa con el presupuesto, por lo que continuaremos abogando por esta opción ante nuestros legisladores mientras trabajan en el desarrollo del proyecto de ley de reconciliación.

Mantener la calma y mantenerse activos

¿Qué podemos hacer ahora que claramente estamos en un momento decisivo para la política climática? La Presidenta de CCL, Madeleine Para, nos aconseja a todos “mantener la calma y mantenerse activos”.

La próxima semana, CCL lanzará una nueva campaña para ayudarlos a comunicarse con sus legisladores con un mensaje específico sobre las política climáticas en la reconciliación. Estén atentos y preparémonos para que esto suceda.

 

Flannery Winchester ha utilizado sus palabras para revistas, agencias de mercadeo, y ahora para la Tierra, como la Directora de Comunicaciones de CCL. Ella agradece la oportunidad de pasar cada día trabajando para preservar este bello planeta.